Es la carta magna acerca de Jesu-Cristo, Sumo Sacerdote eterno y Víctima purísima.
La revelación explícita del sacerdocio victimal de Cristo es la gran novedad de este admirable escrito de la era apostólica. JESÚS, Sumo Sacerdote, ofreció, de una vez para siempre, un sacrificio único, la inmolación de sí mismo como víctima perfecta para la expiación de los pecados de la humanidad entera.
La Epístola a los Hebreos presenta diferentes facetas: parece "la gran predicación", una "homilía de tipo litúrgico", una "exhortación" apremiante, un "tratado doctrinal", un "comentario a la Escritura". En la práctica hay que tener encuenta todas estas apreciaciones, pues todas ellas contribuyen, una más y otras menos, a comprender y disfrutar mejor de este importante documento de la era apostólica, que muestra ser "uno", sin añadiduras.
I. INTRODUCCIÓN
PRÓLOGO: LA REVELACIÓN DIVINA POR MEDIO DEL HIJO
I. JESÚS, HIJO DE DIOS, SUPERIOR A LOS ÁNGELES Y HERMANO DE LOS HOMBRES
II. JESÚS, SUMO SACERDOTE, MISERICORDIOSO Y FIEL
III. CRISTO JESÚS, SUMO SACERDOTE Y VÍCTIMA
IV. LA FE PERSEVERANTE
EPÍLOGO