Cursos Fundamentales

En el curso de INTRODUCCIÓN A LA BIBLIA aprendemos cómo leer las Sagradas Escrituras y comprender su mensaje. Recorriendo tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, encontramos las etapas de la Historia de la Salvación y los escritos de la Nueva Alianza. También se explica lo que es la Inspiración, los Sentidos de la Biblia y la Hermenéutica a la luz de la Crítica Científica y Teológica. Se explora el tema de la Literatura Apócrifa y el Canon Bíblico.

En este curso conoceremos como Dios por amor se fue revelando a lo largo del tiempo, a través de su pueblo para llevar a cabo su plan de salvación. Este se realizó  mediante diferentes  encuentros de Dios  con personajes del pueblo de Israel como Abraham, Moisès, los profetas, etc. y culminó con la venida de su Hijo Amado, Jesús-Cristo  y la efusión del Espíritu Santo.

Se conoce como Ley o Pentateuco los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio.

Los once primeros capítulos del Génesis no quieren enseñarnos ni cuándo ni cómo fue históricamente el principio del cosmos y de los seres humanos, sino que es un escrito de revelación divina que quiere enseñarnos a la luz de la fe, una serie de verdades trascendentales, que se sintetizan en dos: Dios es el Creador de todo lo que existe y a Él no le ha creado nadie. Siendo así, él crea todo lo que existe de la nada, y ordena todo para su bien, gobernando como único Señor, la historia de los hombres y del cosmos.

El tema de la Alianza es fundamental en “la Historia de la Salvación". Es el corazón de la revelación divina en el diálogo de Dios con el hombre. Es Él quien establece la Alianza, y ésta lleva consigo una relación entre Dios y el hombre.

Este curso  trata de dos momentos importantes de la historia amorosa de Dios con el hombre: la Alianza que hizo con Abraham y la Alianza que selló con su Pueblo escogido, en el Sinaí, a través de Moisés.

El estudio de estas dos Alianzas es indispensable para comprender mejor la grandeza de la Alianza suprema que Dios hizo con nosotros en Cristo Jesús.

El profeta es un hombre llamado por Dios para hablar en su nombre y comunicar la voluntad divina; es un mensajero de Dios e intérprete de su palabra. Es un hombre que tiene una experiencia inmediata de Dios, que ha recibido la experiencia de su santidad y de sus deseos, que juzga el presente y ve el futuro a la luz de Dios y que es enviado por Él para recordar a los hombres sus exigencias y llevarlos por la senda de la obediencia y de su amor.

El profetismo así entendido, a pesar de las semejanzas que es posible destacar con fenómenos religiosos en otras religiones y entre los pueblos vecinos, es un fenómeno propio de Israel, uno de los procedimientos de la Providencia Divina en la dirección del Pueblo elegido.

Se estudian aquí los Profetas no escritores y los primeros profetas escritores: Amós, Óseas, Isaías y Miqueas..

Se estudian los Profetas durante el ocaso del Reino de Judá: Sofonías y Nahúm y los Profetas durante el destierro en Babilonia: Habacuc, Jeremías y Ezequiel.

Este curso analiza el Profetismo post-exílico: Segundo Isaías, Ageo, Zacarías I, Tercer Isaíaa, Abdías, Malaquías, Jonás, Joel, Zacarías II y Daniel.

Los Salmos, compuestos a lo largo de unos 750 años en el marco de la Historia de la Salvación, son como una hermosa "Biblia en síntesis", bella y breve, donde se palpa a Dios tal como és Él, con todos sus atributos divinos, y donde aparece el hombre ante su Creador en toda su realidad: su grandeza y su pequeñez, su dignidad y su indigencia radical.

Los Salmos son la alabanza y la oración de Israel a su Dios, pero con una peculiaridad excepcional, pues son "la alabanza y la oración a Dios, inspiradas por el mismo Dios". De allí su valor único y su eficacia singular.

A partir de los cuatro evangelios, esta obra presenta la figura de Jesús de Nazaret en sus tres etapas fundamentales: su infancia, su ministerio público, desde su bautismo en el Jordán hasta sus últimos días en Jerusalén; su gran Pascua, desde la Última Cena hasta su Glorificación Celeste, culminando todo con el envío del Espíritu Santo en Pentecostés.

En la primera parte se estudian los acontecimientos que tuvieron lugar la víspera de la muerte de Jesús, esto es, “LA CENA DEL SEÑOR”: el Lavatorio de los pies, el anuncio de la traición de Judas, la Institución de la Eucaristía, la Predicción de las negaciones de Pedro y los Discursos de despedida de Jesús.

Sin embargo, la Institución de la Eucaristía es el tema de mayor importancia, pues el Sacrificio Eucarístico, instituido por Jesús la noche en que iba a ser entregado, perpetúa, hasta que Cristo venga, el Sacrificio de la Cruz, y ha sido confiado a la Iglesia como el memorial de la Muerte y Resurrección Gloriosa de su Fundador.

En “LA PASIÓN DE JESÚS” se profundiza en la Oración en Getsemaní, la noche de la pasión, los procesos de Jesús y lo sucedido en el calvario.

A propósito de la muerte de Jesús, surgen dos preguntas muy diferentes: ¿Por qué dieron muerte a Jesús? ¿Por qué murió Jesús? El curso intenta dar respuesta a ambas preguntas, enfatizando la respuesta a la segunda: Dios quiso que su Hijo, hecho hombre, Jesús, sufriera y muriera en favor de la humanidad entera, a fin de alcanzar el perdón de los pecados del mundo y conseguir para todos la vida eterna.

"LA GLORIFICACIÓN DE CRISTO” es un acontecimiento que pertenece a  las realidades celestes: Jesús pasó de este mundo a su Padre, Dios.  La Escritura, quiso revelarnos algo de ese riquísimo misterio, utilizando nuestro lenguaje humano, para que pudiéramos comprender un poco de ese sublime misterio. Se presenta la Resurrección, la Ascensión al cielo, la Exhaltación a la derecha del Padre, la Unción con Espíritu Santo y la Efusión del Espíritu Santo.

San Marcos, en el legado de los 16 capítulos de su evangélico, cuenta la historia de Jesús el Ungido, Hijo de Dios: lo que hizo y enseñó, cómo vivió, murió y resucitó, a fin de que los discípulos de Jesús siguieran las huellas y el ejemplo del Maestro. El retrato que san Marcos hace de Jesús de Nazaret no es sólo del Jesús histórico, sino del  Jesús de la fe, contemplado y proclamado Mesías e Hijo de Dios, a la luz fulgurante de la resurrección y la fuerza arrolladora de Pentecostés. En su evangelio, Marcos presenta principalmente a un Jesús taumaturgo.

Muy probablemente Marcos, para redactar su obra, se sirvió de las primeras tradiciones orales y escritas acerca de Jesús, enriqueciéndolas con el contacto directo del Apóstol Pedro y su genio personal.

En este curso se presenta una manera fácil de conocer y desentrañar el mensaje vivo de las palabras y acciones de Jesús. Para san Mateo, Jesús es principalmente maestro,, cuyas palabras y acciones nos llaman a la conversión, al seguimiento y en definitiva a entrar en la dinámica del Reino de los Cielos.

Como creyentes, necesitamos nuevas formas o métodos que nos permitan entender de manera clara y sencilla la Palabra de Dios.

Lucas es ciertamente un investigador, pero también un literato, un artista y un teólogo, cuya reflexión doctrinal se sitúa entre Marcos, Mateo y Juan. Y aunque comparte materiales de tradición sinóptica, hace su aportación resultado de la investigación personal realizada "entre testigos oculares y ministros de la Palabra". (Lc 1,2).

No se le haría justicia a Lucas si el texto evangélico heredado de su pluma no fuera reconocido como el "evangelio de la misericordia"; baste pensar en la insuperable pieza, mundialmente famosa de “El Hijo Pródigo".

"Estos (signos) han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre". (Jn 21,31).

Con estas palabras, el propio evangelista describe los fines del evangelio por él recogido: suscitar la fe en Jesús, reconociéndolo como el Mesías, el enviado de Dios para la salvación de toda la humanidad; más aún, reconocerlo como al Hijo de Dios.  

Es también  el evangelio de la revelación de Dios como Padre y es el evangelio de la revelación del Espíritu Santo. Así, este evangelio resulta ser cristocéntrico, cristológico y trinitario.

Quiso también afirmar que quien cree en Jesús, posee la vida, la verdadera vida, la vida eterna.

La respuesta a esta pregunta no es fácil ni sencilla, pues se trata de dar una definición de la personalidad de JESÚS; y, siendo ésta riquísima, no puede sintetizarse en unas cuantas palabras.

Por lo cual hay que profundizar en textos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento para responder a esta pregunta.

Lucas, al escribir su obra, no sólo quiso narrar lo "sucedido" en los primeros días de la Iglesia o de las "iglesias", sino que escribió deseando que sucediera lo mismo en las iglesias a las que destinaba su obra. En nuestro caso - en la actualización de la Escritura-, debemos estudiar el libro de los Hechos de los Apóstoles no sólo para conocer "lo que aconteció", sino para impulsarnos a pedir a Dios, a Jesús glorificado y al Espíritu Santo, que vuelvan a realizar "ahora y aquí" lo que hicieron "entonces allá".

Estudiar  una "vida crítica" de Pablo con precisión en todas sus circunstancias históricas es una tarea imposible, pues la documentación que poseemos es fragmentaria. Pero la escasez de fuentes de información no es un obstáculo para realizar un bosquejo posible de la vida y la actividad del gran "apóstol de los gentiles" y esto es precisamente de lo que trata este curso, además nos transmite su entusiasmo y nos revela la enorme riqueza humana y espiritual de tan gran personaje.

Esta epístola es una explosión de fe y de amor del Apóstol por Cristo Jesús. Su vida puede sintetizarse en esta palabra central: "Vivo, ya no yo, sino que vive en mí Cristo. Y si ahora vivo en la carne, vivo en la fe, en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí" (2,20).

Esta carta menciona el fruto que el Espíritu Santo produce en el creyente, cuando éste se deja conducir por Él: "El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, comprensión, afabilidad, bondad; fe, mansedumbre, dominio de sí". (5,22)

Pablo es consciente de la situación final del hombre: "Porque lo que el hombre siembre, eso también cosechará; el que siembre en su propia carne, de la carne cosechará; el que siembre en el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna" (6,7-8)

En la Primera Epístola, estando el Apóstol en Éfeso, recibió información sobre problemas particulares de la Iglesia de Corinto y se entrega inmediatamente a la obra, escribiendo la primera carta a esa comunidad.

Sin sospecharlo, y en el momento menos imaginado, brotan de la pluma del Apóstol frases espirituales que calan profundamente.

En la Segunda Epístola, Pablo se encuentra en Macedonia y desde allí escribe su segunda carta a los Corintios. Esta carta se distingue por los amplios y hermosos trozos, a veces conmovedores, sobre el ministerio apostólico. 

Cuando el Apóstol Pablo escribe su Epístola a los Romanos, se encuentra en un momento cumbre de su vida. Sus numerosos viajes evangelizadores le han brindado un sinnúmero de experiencias apostólicas.

Ha comprendido que el centro del ser cristiano está en creer, por la fe, que Cristo "fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación"; que el bautismo nos sumerge en Cristo muerto y resucitado (Rm 6); que "el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones el amor del Padre" (5,5); y a su impulso, podemos llamar a Dios ¡Padre! (8,15).

El llamamiento a la fe es una gracia ofrecida a todos los hombres, tanto judíos como gentiles; todos están llamados a la salvación en Cristo Jesús (9-11). De aquí se deriva que el cristiano, estando en el mundo, tiene que vivir "una vida nueva, conducido por el Espíritu de Dios" (Rm 12-15).

Es la carta magna acerca de Jesu-Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, Víctima purísima.

La revelación explícita del sacerdocio victimal de Cristo es la gran novedad de este admirable escrito de la era apostólica. JESÚS, Sumo Sacerdote, ofreció, de una vez para siempre, un sacrificio único, la inmolación de sí mismo como víctima perfecta para la expiación de los pecados de la humanidad entera.

La Epístola a los Hebreos presenta diferentes facetas: parece "la gran predicación", una "homilía de tipo litúrgico", una "exhortación" apremiante, un "tratado doctrinal", un "comentario a la Escritura". En la práctica hay que tener en cuenta todas estas apreciaciones, pues todas ellas contribuyen, unas más y otras menos, a comprender y disfrutar mejor de este importante documento de la era apostólica, que muestra ser "uno", sin añadiduras.

Las Epístolas llamadas Católicas, por ser enviadas a las Iglesias en general, son fruto de los últimos años de la era apostólica.

Su rico contenido se comprende mejor teniendo en cuenta las circunstancias de la Iglesia en el último cuarto del siglo primero.

Son un tesoro de doctrina cristiana del cual no es lícito privarnos y que contiene un elevado valor pastoral para la vida de los discípulos del Señor, inmersos en las realidades del mundo.

Sus autores son Santiago, Pedro, Juan y Judas.

El Apocalipsis, libro que cierra la Revelación del Nuevo Testamento, ha cautivado siempre la atención y  ha despertado la curiosidad a lo largo de la historia del cristianismo y nuestra época no es la excepción a la regla.

Y es que la lectura del Apocalipsis interesa y cala profundamente, ya sea por su lenguaje enigmático, por sus visiones complicadas, por sus supuestas revelaciones de un futuro incierto que llena ocasionalmente de angustia, como también por su anuncio de esperanza final.

Para su exposición, el autor ha querido utilizar el "género literario apocalíptico", que floreció en el judaísmo del siglo II a.C., hasta el siglo II d.C, desarrollando la historia del Nuevo Pueblo de Dios, desde la amenaza que les representaba un mundo hostil a Dios y a Cristo, hasta presentar a "Jesús que vive victorioso y vela siempre por su Iglesia".

Siendo así, el Apocalipsis es la gran epopeya de la comunidad cristiana y el canto de triunfo y de victoria de una Iglesia perseguida.

Los once primeros capítulos del Génesis no pertenecen al género literario utilizado en los libros de ciencias humanas universitarias. No quieren enseñarnos ni cuándo ni cómo fue históricamente el principio del cosmos y de los seres humanos.

Es un escrito de revelación divina que quiere enseñarnos a la luz de la fe, una serie de verdades trascendentales, que se sintetizan en dos: Dios es el Creador de todo lo que existe, a Él no le ha creado nadie. Siendo así, Él crea todo lo que existe de la nada, y ordena todo para su bien, gobernando como único Señor, la historia de los hombres y del cosmos.

El tema de La Alianza de Dios con la humanidad es fundamental en la Historia de la Salvación. Es el corazón de la revelación divina en su diálogo con el hombre. Significa una relación nueva entre Dios y el hombre siendo Dios quien la establece.

Esta Alianza, inaugurada en los tiempos del Primer Testamento, ha llegado a su plenitud en Cristo Jesús. A lo largo de la Historia Salvífica hubo ciertos momentos-claves y ahora la tratamos en ocho apartados:

La Alianza de Dios con Noé y la creación; la Alianza de Dios con Abraham y sus descendientes; la Alianza en el Sinaí; la Alianza en la vida del pueblo de Israel; Teología de la Alianza; Anuncio de una Alianza Nueva; la Nueva Alianza en Cristo Jesús; la consumación de la Alianza.

A primera vista el Deuteronomio se configura como la conclusión de un largo relato que tiene su comienzo con la creación del mundo (Gn 1,1) y termina con la muerte de Moisés (Dt 34). Este libro es uno de los más significativos del Antiguo Testamento y es clave para conocer tanto la Teología del Pentateuco como la de la Historia Deuternomista (de Josué a 2 de Reyes). Es también un libro fundamental para comprender el conjunto de la teología veterotestamentaria, pues en él aparecen los grandes temas bíblicos como son: Elección, Ley, Alianza, Tierra, Culto. Yahvéh va a hacerle comprender al Pueblo de Israel que ellos son “hermanos” entre sí,  poniendo como fuente de todas las prescripciones “el amor a Dios”: “Escucha Israel, Yahvéh nuestro Dios es el único Yahvéh. Amarás a Yahvéh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” Dt 6,4-5.

Josué

En la primera parte tiene como tema predominante la lucha por la conquista de la tierra. En la segunda describe la división y repartición de la tierra. Presenta en su totalidad una fuerte tensión entre lo querido por Dios y los logros y fallas del pueblo. El pueblo debe tener fidelidad a la Palabra de Dios, a la Alianza, tanto en la conquista total de la tierra como en la repartición de la misma. 

Jueces

 En el libro de los Jueces no hay unidad. Viven en total desobediencia a la Alianza con su Dios. Siempre hay este ciclo: 1. Los israelitas hacen lo malo delante de Dios. 2. Yahvé los castiga en manos de sus enemigos. 3. Los israelitas clamaron a Yahvé 4. Yahvé suscitó un “libertador” 5. La nación descansa por un período de años. 

Primero y segundo de Samuel

Contienen de las páginas más hermosas de la literatura narrativa del pueblo hebreo. Hablan de los finales de la época de los Jueces y de los orígenes de la monarquía, del primer rey, Saúl y del segundo, David, hasta poco antes de su muerte. La figura de Samuel tiene gran importancia, es polifacética, aparece como el último juez y el que unge a los reyes, también es profeta y sacerdote.

Primero y segundo de Reyes

Estos libros tratan del final de la vida de David y continúan con la elección de Salomón, su heredero real. Posteriormente hablan de los distintos monarcas, tanto del Reino del Norte o Israel, como del Sur o Judá. No ofrecen una historia completa de cada uno de los 31 reyes. Hay relatos del Templo, de guerras, ciclos de profetas como Ajías de Siló, Elías y  Eliseo; narra leyendas, cuentos y noticias del pueblo.

1 Crónicas

Por mucho tiempo se les conocía como los Paralipómenos = las cosas omitidas pues así los llamaba la versión griega de los LXX El primer libro de las Crónicas contiene genealogías de las tribus de Israel y de los principales personajes del pueblo. Tiene un capítulo sobre el reinado de Saúl y varios capítulos nos describen el reinado de David. 

2 Crónicas 

Comienza con el reinado de Salomón, resaltando sobre todo su papel en la construcción del templo de Jerusalén; continúa con el cisma en el Reino de Israel y con la lista de los reyes de Judá, la santidad del Templo y las principales fiestas. Termina con la mención del edicto de Ciro que permite a los judíos regresar del destierro de Babilonia a la tierra de Judá y reedificar el Templo. Este final coincide con el comienzo del libro de Esdras, que junto con el libro de Nehemías continúan con la historia del postexilio en los siglos VI y V a. C. 

Esdras

 Esdras es el protagonista del libro, tiene una misión de carácter religioso. Es sacerdote y escriba del pueblo judío, es el encargado de restaurar la identidad religiosa del pueblo, llamando a la fidelidad a la Alianza y al cumplimiento estricto de la Ley de Dios. 

Nehemías

Nehemías tiene una misión enfocada en mejorar la ciudad. Es un gobernante del Imperio Persa y su labor consistió en la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, principalmente de sus murallas. Ambas tareas son complementarias y tienen como objetivo común la restauración del pueblo, en sus edificios y en sus valores, en su Templo y en su Ley, en sus murallas y en sus tradiciones.

Primer libro de Macabeos

 Abre su exposición con la narración de los acontecimientos históricos, desde la ascensión al trono del rey de Siria Antíoco IV Epifanés en el 175 a.C., hasta la muerte del sumo sacerdote macabeo Simón en el 134 a.C. El conflicto político, cultural y religioso que surgió con la dominación seléucida originó una violencia desmedida y una larga guerra en Israel. La revuelta macabea en contra de la imposición del helenismo fue iniciada por Matatías, y posteriormente por sus tres hijos: Judas, Jonatán, y Simón. Los cuales representan una defensa “celosa” de la Ley y de sus tradiciones judías. 

Segundo libro de Macabeos

No es continuación del Primer libro de Macabeos. La primera parte presenta dos cartas dirigidas a los judíos de Egipto, invitándoles a participar en la fiesta de la “Dedicación”, o purificación del Templo pues se desea la unidad de culto entre los judíos de Judá y los de Egipto, ya que en ese momento había dos templos. La segunda parte se basa en la historia del pueblo judío durante la ocupación seléucida de Antíoco IV y de Antíoco V. Este libro afirma la resurrección de los muertos, como lo hace el libro de Daniel y el de Sabiduría.

Ruth

Es un libro literariamente muy bello. Es un drama de la vida en donde Dios se manifiesta. Este Dios es un Dios universal, no solo de Israel, y elige a una extranjera moabita para manifestarse con misericordia. Es el relato de dos viudas, sin hijos, que se apoyan mutuamente para salir adelante. La nuera se compromete con su suegra. Es una historia de inclusión y amor al extranjero como de conversión al Dios de Israel. Personajes importantes: Nohemí, Rut y Boaz.

Tobías

Su protagonista es Tobit, que comparte el papel principal con su hijo Tobías. Es una novela didáctica que enfatiza el valor de la fe y las acciones de solidaridad con los pobres, las observancias de las leyes religiosas y la comprensión acerca de la acción de Dios que trasciende nuestro entendimiento y planes. Dios libera a los cautivos de sus males y hay un convencimiento de que el Creador conduce la historia aun en las tragedias.

Judith

La historia de esta mujer se divide en dos partes: la primera narra el despliegue militar del ejército asirio, comandado por sus protagonistas, el rey Nabucodonosor y su general Holofernes, quienes logran imponerse y sembrar terror entre diversos pueblos. La segunda parte relata la actuación de Judith, que con su belleza, inteligencia y confianza en Dios derrota al enemigo. Es un relato de “ficción” 

Esther

Es la historia de una mujer judía, convertida en reina del imperio Persa . La fortaleza de una débil mujer judía que con su belleza y su piedad familiar es capaz de salvar a su pueblo frente a las intrigas de los poderosos. Esther es modelo para los judíos de la diáspora, de cómo se ha de enfrentar una crisis en el exilio. Este libro es leído en la fiesta de los Purim donde se recuerda la presencia salvadora de Dios en medio de su pueblo.

Proverbios

Este libro es una colección de sentencias, comparaciones, proverbios y alegorías. Según la Sabiduría israelita, existe en la realidad cósmica y social una especie de “orden” y la finalidad de este libro consiste en obtener información de ese orden, socialmente experimentado y expresarlo en sentencias agudas fácilmente memorizables. De ese modo, el ser humano irá encontrando el camino para acercarse a la libertad, justicia y vida plena. 

Job

Es una obra literaria de la más alta calidad. El autor expone cuestiones de la experiencia humana. Teológicamente, el libro cuestiona sin temores doctrinas y comportamientos tradicionales, enfrenta el agudo problema del sufrimiento inmerecido, plantea los interrogantes teológicos sobre la justicia divina y pregunta por la relación real de Dios con el mundo. Si Dios es todopoderoso, justo y bueno ¿por qué permite esto?

Eclesiastés o Qohelet

Qohélet además de ser un sabio, enseñó doctrina al pueblo. “Vanidad de vanidades. Todo es vanidad y caza de viento. Nada hay nuevo bajo el sol. Todo tiene su momento y cada cosa su tiempo”. Qohélet, es un hombre buscador de la verdad y del sentido de la vida, que a partir de sus propias experiencias y reflexiones pone en crisis los conocimientos, valores y sentidos que la sabiduría tradicional de Israel había acuñado y canonizado. 

Eclesiástico o Ben Sirá o Sirácide

El autor, nacido en Jerusalén, es un sabio que se ha familiarizado profundamente con la revelación de Dios a Israel, consignada en la Ley, los Profetas y los demás Escritos. Jesús Ben Sirá no se considera un profeta sino simplemente un sabio que fue madurando poco a poco, gracias a su esfuerzo de cada día. Realizó muchos viajes lo que le permitió familiarizarse con la cultura helenística, estuvo varias veces en peligro de muerte. Era un hombre muy religioso e impulsaba la educación. 

Sabiduría

El libro de Sabiduría fue escrito en griego y ha utilizado el vocabulario de la cultura griega. El autor busca una armonía entre la religión israelita y las cualidades del espíritu griego. Permanece fiel a su fe tradicional pero está abierto a la cultura griega.

Cantar de los Cantares en hebreo significa “el más bello de los cantos”.  Hunde sus raíces en la vida secular de Israel. Está formado por una colección de canciones, escritas por diferentes autores, tanto en el ambiente rural como en el medio urbano. Se habla sobre el tema de la belleza y la bondad del amor en todas sus facetas: la magia del enamoramiento, la ansiedad frente a la ausencia del amado, la fantasía de la unión.

Es un estudio bíblico en clave feminista para captar el mensaje revelado desde la perspectiva feminista. En la Biblia aparecen 175 mujeres con nombre propio. Pero hay muchas mujeres anónimas así que la cifra sube a 674 mujeres. Se analiza a la mayoría de las mujeres de todos los libros del ANTIGUO TESTAMENTO.

La infancia de Jesús es narrada en los Evangelios de san Mateo y de san Lucas. Los Evangelios de la Infancia pertenecen a los estratos más recientes de dichos Evangelios y suponen por lo tanto una reflexión teológica profunda y desarrollada.

Las parábolas de Jesús han alimentado siempre la piedad y la reflexión de los cristianos, pues conjugan de manera admirable, los detalles concretos de la vida diaria con la sublimidad de la luz de Dios que transforma las realidades humanas, y revela al hombre la dimensión de lo divino. En este curso se analizan una a una.

La cuestión de los Milagros de Jesús siempre ha sido sorprendentemente actual. Con frecuencia se escucha que hoy se están dando "carismas de curaciones" como en los primeros tiempos del cristianismo.

Jesús quiso llevar a cabo su evangelización mediante "obras y palabras". Así, sus prodigios aparecen estrechamente vinculados a su mensaje, y son signos de revelación, tanto del poder misericordioso de Dios, como de la salvación integral ofrecida al hombre.

Un estudio exegético-pastoral de los milagros de Jesús, nos ayudará a comprender mejor el mensaje liberador del Evangelio, y a discernir lo que Dios quiere el día de hoy.

Epístolas a los Tesalonicenses

Durante la estancia del Apóstol Pablo en Corinto, hacia el año 51 de nuestra era, escribió sus cartas a los Tesalonicenses. Estas epístolas son documentos de un valor inapreciable. Son los primeros y más antiguos escritos del cristianismo, anteriores a los mismos evangelios. El Apóstol manifiesta en estas cartas su método de evangelización, las verdades fundamentales del cristianismo, su carácter, su temperamento, sus inquietudes apostólicas, su amor de padre.

Se revela en ellas la evolución del pensamiento teológico de Pablo en ese momento de su vida, y nos da a conocer la situación de la Iglesia 21 años después de la muerte y resurrección de Jesús. Además, Pablo trata los temas particulares en relación con la escatología y la edificación de la comunidad; el último juicio, la venida del Señor, los signos de su parusía, y otras recomendaciones de vida cristiana.

En estas cartas paulinas se encuentran los tres grandes himnos cristológicos. Estos cánticos forman como el corazón de estas Epístolas del Apóstol. En torno a ellos, Pablo teje una impresionante colección de exhortaciones de vida cristiana, que invita al creyente a vivir a imitación de su Maestro, Jesucristo, el Señor.

1. El Himno al "Anonadamiento de Jesús" en Flp 2, 6-11
2. El Himno a "la Supremacía de Cristo" en Col 1, 12-20
3. El Himno del "Plan divino de la Salvación" en Ef 1, 3-1

Epístolas pastorales: Tito y Timoteo

Las Epístolas Pastorales conservan hasta el día de hoy un mensaje para la Iglesia de todos los tiempos. La Iglesia que es comunidad reunida en torno a Jesús.

Jesús fue quien reveló al mundo a "Dios Trinidad". Los Apóstoles recibieron, acogieron y transmitieron lo que Jesús había enseñado: "Id y haced discípulos a todos los gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt.28,19-20).

A la luz de la resurrección de Jesús, y sobre todo, iluminados por el Espíritu Santo recibido en Pentecostés, los apóstoles fueron penetrando más y más en el misterio de la persona de Jesús y en misterio insondable de Dios, del DIOS TRINIDAD.  “Cuando venga el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad completa" (Jn 16,13a.).

Este curso se compone de dos partes. En la primera se  estudia la revelación de Dios-Padre en los libros del Antiguo Testamento.

La segunda recoge la revelación del misterio insondable de Dios-Padre en los diferentes libros del Nuevo Testamento.

Presenta a Jesús de Nazaret como la verdadera y plena manifestación de la paternidad de Dios. Por él hemos podido conocer a un Dios lleno de misericordia y compasión, de amor y de ternura, providente y generoso. Un Dios que es nuestro Padre, nuestro Abba, creador y dador de vida, que envió a su hijo al mundo para revelarnos el misterio de su persona.

¿Quién dice la gente que soy yo?

Jesús de Nazaret es el Mesías anunciado en las Escrituras. De la promesa y de la realización de esa mesianidad brotan naturalmente las dos partes de este estudio: Mesianismo y Cristología.

En la primera parte aparecen, paso a paso, los textos bíblicos que hablan del heredero davídico, continuador de las promesas mesiánicas, iniciadas con David a través del profeta Natán. En la segunda parte aparece la persona de Jesús de Nazaret, el Mesías de Israel. Pero la reflexión no se limita solamente a su mesianidad, sino que ahonda en la riqueza extraordinaria de su personalidad. Además de reconocer en Jesús al Mesías, Hijo de David, confesamos que Él es el Cristo resucitado, el Señor, el Hijo Único de Dios, DIOS.

El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento, los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles.

Los Libros Santos del Antiguo Testamento hablan ciertamente del "Espíritu de Dios", "Ruaj Yaveh" y lo representan mediante imágenes vigorosas como viento, soplo, agua, fuego, paloma, don. Sin embargo, como persona divina de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo no fue revelado sino en los libros de la Nueva Alianza, sellada por Cristo Jesús el Señor.

Este estudio nos hace conscientes de la existencia de varias perspectivas, teológicas, que aunque muy diferentes, son sin embargo armónicas y complementarias.

Se centra en la perspectiva de los Evangelios y del libro de los Hechos de los Apóstoles.

Este curso expone dos grandes capítulos: El Espíritu Santo en las Epístolas de San Pablo y el Espíritu Santo en los restantes libros del Nuevo Testamento.

El Apóstol Pablo aborda numerosos temas sobre el Espíritu de Dios. El examen minucioso de los textos manifiesta que el Apóstol fue un eminente teólogo y un calificado místico del Espíritu Santo.

Los textos que sobre el Espíritu de Dios nos ofrecen la Carta a los Hebreos, algunas Epístolas Católicas y el Apocalipsis, completan la visión pneumatológica del Nuevo Testamento.

En este curso se quiere significar la continuidad, sustituciones y plenitud del Evangelio de Jesucfristo sobre la Ley de Moisés. El Evangelio no destruye, sino que lleva a la perfección y plenitud la Toráh y el conjunto de la revelación del Antiguo Testamento.

Propone encontrar en los escritos inspirados, las fuentes más puras y claras de la "Teología acerca de la Santísima Virgen María", en la esperanza de que la contemplación de su persona y de su misión suscite en los lectores un amor filial muy profundo hacia esa Mujer, elegida por Dios para ser la Madre de Jesús y de la Iglesia.

La relación de Jesús con las mujeres es siempre personal y liberadora, las trata con cariño y delicadeza, con misericordia y con amor. Jesús utiliza con frecuencia el término “mujer” en sus historias y dichos. En las primeras comunidades cristianas se ama y se respeta a la mujer; ellas colaboraron en la Evangelización. 

Partiendo siempre de los textos de la Sagrada Escritura, este curso desarrolla el tema de una "espiritualidad bíblica" que proporcione los principios de una "dirección espiritual".

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento contienen numerosos textos espirituales que proponen principios para un camino seguro de vida según la voluntad divina, hasta llegar a la unión con Dios y a la transformación en Cristo.

El mensaje espiritual de los profetas de Israel permanece vigoroso hasta el día de hoy. Dos son las razones: los profetas partían de las experiencias históricas del pueblo elegido, infiel al Dios de la Alianza, y de la iluminación y fuerza que les comunicaba el Espíritu Santo.

El mensaje rofético continúa siendo actual y apremiante, pues el hombre siempre será igual y el Espíritu de Dios quiere conducirlo con su poder divino, por los caminos auténticos de la salvación.

Este taller nos ofrece unas reflexiones sobre "la vida del cristiano conducido por el Espíritu Santo".

El tema es sugerido por el capítulo octavo de la Epístola a los Romanos, que tal vez sea la cima teológica del pensamiento del Apóstol, aquí la pneumatología paulina o teología del Espíritu Santo, presenta una riqueza sorprendente.

En la Renovación Carismática, un elemento esencial, es sin duda alguna, “el Bautismo en el Espíritu Santo”.

Desde que nace la Iglesia, las primeras personas fueron, como el día de hoy, favorecidas con experiencias carismáticas. Dios está realmente reproduciendo en nosotros una Efusión de Espíritu Santo semejante al que obró en los días de la iglesia primitiva. A partir de Pentecostés, Jesús nos está bautizando en el Espíritu Santo y aquí profundizaremos en lo que es El Bautismo en el Espíritu Santo.

La Espiritualidad de la Cruz quiere contemplar y descubrir a los fieles cristianos laicos que pertenecen al Apostolado de la Cruz y la Alianza de Amor, la figura o "el rostro de Cristo, Sumo Sacerdote y Víctima". Después de descubrir este retrato de Cristo Jesús, el cristiano es invitado a vivir, en medio de las realidades propias de la vida en el mundo, su unión con Cristo en plenitud, esto es, su sacerdocio bautismal, pues sabemos que por el bautismo, todo cristiano ha sido incorporado a Cristo Profeta, a Cristo Sacerdote y a Cristo Rey.

La riqueza de la Palabra de Dios es, por su abundancia y plenitud, inexhausta e inagotable, siendo Dios de quien procede.

El mundo actual tiene una ardiente sed de Dios, sed de lo trascendente y de lo infinito, y corre por todas partes buscando a tientas para ver si lo encuentra.

Cristo Jesús nos exhorta a no perder el tiempo divagados, y nos invita a saciar nuestra sed con el “Agua Viva” que de él brota como de manantial perenne.

La fe nunca ha tenido temor de la ciencia pues la auténtica fe y la ciencia verdadera proceden de la misma fuente que es Dios. Por tanto, el mismo método que la crítica textual, literaria, histórica, filosófica y religiosa emplea para estudiar los libros sagrados de la Biblia, puede y debe ser aplicado al relato del Tepeyac. 

La Efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles el día de Pentecostés está estrechamente vinculada al misterio de la Pascua de Jesús, principalmente a su glorificación.

Pentecostés fue el inicio de un mundo nuevo y de la Iglesia Cristiana.

Tenemos aquí algunos "encuentros" que presenta la Sagrada Escritura: "encuentros fecundos", que han sido fuente de vida, de gracia y de santidad; y que pueden ser modelo e invitación para que cada participante tenga un "encuentro", ante todo con Cristo, mediante la acción poderosa del Espíritu Santo, quien planea todo y realiza todo para gloria del Padre.

Encontramos aquí un intento de comunicar el conocimiento de Dios a través de una Teología en Imagen. Cierto es que los íconos son para muchas personas figuras extrañas y desconcertantes, aquí se explicará la profunda espiritualidad contenida en estas imágenes,  aprendiendo a visualizar la profundidad y trascendencia de Dios.

Estas últimas palabras de Jesús, más que de sus labios, brotaron del corazón de nuestro Sumo Sacerdote y Víctima, quien "por el Espíritu Santo, se ofreció a sí mismo como víctima inmaculada a Dios" (Hb 9,14).

Día a dia, nos enfrentamos ante el misterio de la muerte, pero, si reflexionamos  este gran misterio descubriremos que nos lleva a la ¡Verdadera Vida!

El objeto de este taller es seguir, paso a paso, la revelación progresiva de la gran verdad de “nuestra victoria sobre la muerte”.

“El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré, el último día” (Jn 6,54).

Por el misterio de la Pascua de Jesús, nuestro Señor, fue constituido por Dios “Cristo y Señor, gran Sumo Sacerdote para siempre y el Rey del Universo”.

En esta forma, por su muerte y su resurrección gloriosa, Jesús, el Hijo de Dios, realizó la redención o rescate y la salvación de todo el género humano, que se encontraba hundido en el pecado y esclavizado por el Poder de las Tinieblas, es decir, Satanás.

“Dios nos libró del Poder de las Tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención, el perdón de los pecados” (Col 1,13).

Esta conferencia está dedicada a presentar la “Gracia mística central” de la Beata Concepción Cabrera de Armida. Esta gracia de profunda transformación espiritual, que en sus escritos llama “Encarnación mística”, fue un don excepcional de unión con Dios, con una admirable fecundidad espiritual.