Sabemos que en la Pascua, celebramos la Resurrección de Jesús, ¡Ya lo sabemos! ¡Ya se ha dado! pero, lo verdaderamente importante es, ¡Que la Resurrección no sólo sea un hecho del pasado, sino algo que suceda en tu propia vida! ¡Que la dejes entrar y transformarte! Entonces, Caminemos este tiempo, ¡tratando de experimentar la Victoria en nuestra vida!
Escuché esta frase: “VIVIMOS DESDE LA VICTORIA”, desde entonces, resuena fuerte en mi interior. Dado que estamos en Cuaresma, este tiempo nos puede llevar a pensar que, después de este tiempo, alcanzaremos la Victoria de la Resurrección, como si ello fuera una meta a conquistar con nuestra fortaleza.
Sin embargo, ¡la Victoria ya se ha dado! ¡Cristo ha vencido a la muerte, (1Co 15,54; 2Tm 1,10) a todas nuestras muertes, a todo aquello que nos paraliza, a lo que sentimos que nos supera, a lo que no podemos lograr o sanar con nuestras propias fuerzas! ¡Jesús lo ha hecho todo por ti!
Por eso, es importante que prepares tu corazón, para que, ¡la Pascua suceda en ti! pero recordando siempre que, ¡Caminas desde la Victoria! Victoria que, ¡Tienes que acoger en tu vida, en tu mente y en tu corazón!
¿No cambia esto tu manera de vivir? ¡Levanta la cabeza! ¡Camina con la certeza de que la Victoria es tu punto de partida y tu punto de llegada! ¡Eso es lo que tienes que descubrir! Ya sabes que todo está ganado en Cristo, que, pase lo que pase, Él es tu baluarte vencedor, sólo tienes que apoyarte en Él, dejar que Él sea el Dios de tu vida.
No son las circunstancias las que determinan si vences o pierdes, es Cristo quien te da la Victoria., y, si crees en Él y caminas con Él, sabrás que, pase lo que pase, estás sostenido por Su Amor.
«¡Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!» (1 Co 15,57)
Colaborador: Martha Cristina Uribe, alumna IPB-SCA